Este instituto de estudios económicos destacó que el fuerte incremento de las exportaciones y el aumento del consumo doméstico -el primer repunte de los últimos doce meses- son los factores que están espoleando el despegue de la mayor economía europea tras el revés de la crisis global.
Esto se debe principalmente a la estabilidad de los precios y a la sensible mejora de las condiciones en el mercado laboral alemán, que el año que viene empleará a más de 40 millones de personas, el mayor número de trabajadores en activo desde la reunificación del país en 1990. "Este marco crea una buen atmósfera para los consumidores", explicó por su parte el presidente del DIW, Klaus Zimmermann.
Sin embargo, esta dependencia del sector exterior hará que el crecimiento alemán se sitúe en el dos por ciento el año que viene, ya que el DIW considera que la economía estadounidense se enfriará ligeramente en los próximos meses y que, en consecuencia, las exportaciones germanas avanzarán sólo un 8% en 2011.
El DIW sostuvo además que Alemania seguirá siendo la locomotora económica de Europa ya que el resto de países, y muy especialmente los situados al sur del continente e Irlanda, están afectados por un gran déficit público y crecerán menos.
En esta misma dirección, se posicionó hoy el presidente de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), Hans-Peter Keitel, que previó un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) "superior al 3%" para este año y un "crecimiento razonable" para 2011.
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