Telefónica tiene tiempo suficiente para culminar todas las conquistas internacionales previstas para este curso. Sólo falta ampliar capital en China Unicom, ofensiva que podría realizarse en las próximas semanas para así redondear un curso histórico.
El empeño de la compañía que preside César Alierta consiste en alcanzar el 10 por ciento de su socio asiático frente al 8,34 por ciento actual. Es decir, le falta un 1,66 por ciento, cuyo precio rondaría los 390 millones de euros.
China Unicom es el segundo operador de telecomunicaciones más grande de China y el tercero del mundo, con más de 300 millones de clientes de telefonía fija y móvil.
En la multinacional española prefieren no apuntar fechas, conscientes de que el acuerdo entre ambas compañías no tiene marcha atrás y que, por lo tanto, se materializará cuando se considere oportuno. Tampoco existen presiones ni prisas para realizar la transferencia de títulos ya sea antes de finalizar este ejercicio o a principios del próximo. Pese a ello, fuentes de Telefónica indicaron antes del verano la intención de ampliar su presencia en China Unicom, hasta el ansiado 10 por ciento, a lo largo de 2010.
En la multinacional española confían en que crecer un poco más en China Unicom sería la guinda para culminar un año histórico, no sólo en resultados sino también en su ofensiva internacional. Entre otros hitos, Telefónica adquirió el 50 por ciento de Vivo el pasado julio, considerado el objetivo prioritario para el grupo español. También ha conseguido integrar las operaciones de la alemana HanseNet con el resto de sus negocios en suelo germano. Este año también integró plenamente los negocios de Jajah, operador de telefonía sobre Internet, cuyos primeras actividades en España se harán visibles en breve.
El mercado chino de las telecomunicaciones, considerado el de mayor proyección mundial junto con el indio y brasileño, es uno de los grandes puntales de Telefónica. Por lo pronto, la compañía española es el único socio estratégico extranjero de China Unicom.
La última prueba de confianza entre el Gobierno chino y Telefónica se puso de relieve cuando el grupo español protagonizó el primer buy-back del operador chino, realizado en septiembre de 2009 cuando China Unicom recompró todas las acciones de su socio SKT (South Korean Telecom), con las que amortizó títulos y redujo su capital social. Telefónica cuenta con una plaza en el consejo de China Unicom, representado por César Alierta. Sin embargo, la salida del consejero de SKT podría abrir la puerta a un segundo consejero de la española.
Las relaciones de amistad entre Telefónica y China comenzaron a tomar cuerpo en 2004, entonces con los primeros acercamientos con China Netcom (CNC, ahora integrada en China Unicom). El primer paso en firme se realizó en junio de 2005, cuando Telefónica adquirió el 2,99 por ciento de CNC, a cambio de 240 millones de euros. Después desembolsó otros 178 millones para subir su participación hasta el 5 por ciento. Enero de 2009 elevó su presencia al 7,22 por ciento por otros 309 millones. Dicho capital se diluyó al 5,38 por ciento con la integración de CNC en China Unicom. Después Telefónica compró otro 2,68 por ciento y ganó otras 28 décimas tras la salida de SKT.
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