La facturación de Grifols incrementó un +7,1% en los 9 primeros meses de 2010 y se situó en 738,8 millones de euros. Además, se constata también la progresión de las ventas en el tercer trimestre aislado, que aumentan un +14,6% en relación al tercer trimestre de 2009 y superan los 251,0 millones de euros, récord de facturación para el grupo.
Asimismo, las principales áreas de actividad de Grifols han mantenido su crecimiento y los ingresos de todas las divisiones, excluyendo Raw Materials (no recurrente) aumentaron un +10,1% de manera conjunta. Destaca el impulso de las ventas de hemoderivados como la inmunoglobulina intravenosa (IVIG) y la albúmina, con crecimientos de doble dígito, siendo el volumen el principal motor de la facturación en un entorno desfavorable de precios.
Así, las ventas de la división Bioscience estuvieron un +10,4% por encima a las obtenidas en el mismo periodo de 2009 y ascendieron a 578,7 millones de euros. En Diagnostic, las áreas de banco de sangre y hemostasia han estimulado los ingresos, que crecieron un +6,3% hasta 81,0 millones de euros, mientras que los de la división Hospital aumentaron un +2,9%, situándose en 65,3 millones de euros.
Raw Materials & Others sigue reduciendo su peso en los ingresos del grupo, en línea con la planificación prevista. Las ventas de esta división descienden un 46,1% hasta 13,8 millones de euros.
Grifols ha mantenido su política de contención de gastos hasta el tercer trimestre del ejercicio lo que, conjuntamente con la evolución de los ingresos y la fluctuación del tipo de cambio, han situado el EBITDA recurrente de su actividad en 212,1 millones de euros, que representa un margen del 28,7% sobre ventas y un crecimiento del +2,5% con relación al mismo periodo del año anterior. No obstante, teniendo en cuenta los costes de transacción inherentes a la propuesta de compra de Talecris, el resultado bruto de explotación asciende a 202,3 millones de euros, siendo un 2,2% inferior al del mismo periodo de 2009.
Los gastos financieros generados por los recursos captados con la emisión de bonos en 2009 vuelven a impactar en el beneficio del grupo, tal y como ocurriera en los trimestres anteriores. Hasta el mes de septiembre, el beneficio neto acumulado asciende a 97,0 millones de euros, reflejando un descenso del 17,1% con relación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
La deuda neta se mantiene estable en relación a diciembre de 2009, excluyendo las variaciones derivadas del tipo de cambio y los costes de transacción. La deuda financiera neta a 30 de septiembre de 2010 se sitúa en 618,2 millones de euros. Esto supone un ratio de 2,4 veces EBITDA y se mantienen tanto la solidez del balance como la buena situación del grupo para hacer frente a futuros compromisos.
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