Iberdrola crece rápidamente en EE UU y tiene proyectos ambiciosos para el país. El martes se dio el pistoletazo de salida a uno de ellos, la construcción de una línea eléctrica de alta tensión de 800 kilómetros que atravesará 75 localidades y supondrá una sustancial mejora en las interconexiones eléctricas entre Massachussets, New Hampshire y Maine, un estado, este último, que a su vez se conectará con Canadá.
Además, la empresa dirigida por Ignacio Sánchez Galán, presentó un proyecto de red inteligente, único en EE UU y Europa, que se construirá en Maine. Ambos objetivos forman parte de un importante esfuerzo inversor de la eléctrica que tiene previsto destinar 7.300 millones de euros (10.000 millones de dólares) a reforzar su mercado en un país que según dijo Sánchez Galán a un grupo de periodistas españoles se ha convertido en el principal "para el crecimiento futuro del Grupo Iberdrola".
"En España hemos hecho mucho en los últimos años y aunque se podría hacer más en redes, no en generación, una vez completada las inversiones que veíamos decidimos salir fuera y en este sentido EE UU está siendo muy importante", explicó este ejecutivo. "Ahora toca disminuir el riesgo en España, diversificar más globalmente, e invertir más en EE UU u otros países, entre ellos el Reino Unido", dijo.
La inversión en la red interestatal será de más de 1.500 millones de dólares y se espera que haya acabado en 2015. Con ella se crean 3.100 puestos de trabajo y sobre todo se renueva y mejora una muy obsoleta y deficiente red de transmisión eléctrica en un estado como el de Maine, donde no se acomete una actualización semejante en 40 años.
La red inteligente, a través de la que los usuarios podrán conocer datos de su consumo y ajustarlo si desean a través de un portal de Internet supondrá una inversión de 166 millones de dólares. Eso si, 96 millones de ellos están cubiertos con ayudas directas del estímulo fiscal puesto en marcha por la Administración de Barack Obama con la intención de promocionar las energías limpias.
Sánchez Galán explicó a los periodistas que estas ayudas, de las que ha recibido ya 1.000 millones de dólares (el 25% del total) para sus proyectos han sido muy bien gestionadas y muy importantes a la hora de atraer el interés de su empresa. Para el presidente de la eléctrica, hasta 2012 el marco regulatorio e inversor en EE UU genera mucha más certidumbre que en España incluso en unos momentos en los que la ley del clima con la que se pretende regular las emisiones ha quedado en el limbo legislativo.
"Al menos en EE UU tenemos la seguridad de que, a diferencia de España, las leyes no tienen disposiciones retroactivas", dijo el responsable de Iberdrola antes de criticar duramente la deficiente planificación en España, sobre todo en lo relativo a la energía termosolar, y los costes de oportunidad perdidos que supone para Iberdrola el multimillonario déficit de tarifa.
Para Sánchez Galán la incertidumbre que se sufre en España es un problema mucho más grave en el marco de la actual crisis porque agrava los problemas de financiación que tienen las empresas. El ejecutivo admitió que el plan de Obama (que tiene dos años de duración pero se extiende hasta 2012 en el caso de las ayudas al sector de la energía) había sido muy beneficioso para su industria y, pese a las dudas y los ataques que ha sufrido este estímulo por parte de sus detractores estadounidenses, Sanchez Galán afirmó que había sido instrumental a la hora de crear 80.000 empleos en el sector eléctrico
El total de inversiones previstas en EE UU son el 40% del total de las previstas en toda la empresa y con ello se reforzará la posición de una compañía que es ya el segundo operador eléctrico del país además de distribuir gas y ser la tercera compañía independiente de almacenamiento de este. La filial Iberdrola Renovables tiene una capacidad instalada de 4.163 megavatios a los que se van a sumar otros 25.000 en el futuro.
Al explicar sus proyectos estadounidenses, el presidente de Iberdrola no pudo evitar la comparación con España donde, explicó "hay que ser más realista" si se quiere ser los primeros en energías limpias y "tener capacidad de ejecución", algo que alabó de los americanos.
Pese a este esfuerzo inversor al otro lado del Atlántico, las críticas que no ahorró a los sucesivos ministros de Industria ni a la oposición política, y el actual clima económico de España, Sánchez Galán dijo sentirse optimista con el país. "España es una gran nación con personas muy formadas y una internacionalización empresarial como nunca". El directivo dijo que aunque se ha encarado el problema económico tarde "se están tomado medias duras y estamos entrando en temas realista" y a eso hay que sumarle que la economía "real española es muy sólida".
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