viernes, 28 de mayo de 2010

SEDA DE BARCELONA MORLANES COBRO 290.000 EUROS DE UNA EMPRESA QUE PERJURABA NO CONOCER.

El presidente de La Seda de Barcelona, José Luis Morlanes, ha ocultado información a los accionistas sobre los negocios inmobiliarios que realizó la empresa química. En una entrevista con elEconomista, publicada el 13 de noviembre de 2009, Morlanes aseguró que desconocía las vinculaciones entre La Seda de Barcelona, de la que él era consejero, y Nuevo Sol Granadella, una compañía inmobiliaria a la que la propia Seda había traspasado fondos por valor de 18,2 millones.

Sin embargo, en aquella entrevista Morlanes obvió la relación personal que él, a través de su empresa familiar Iter Metropolità, mantuvo con Nuevo Sol Granadella.

Según consta en los registros de Hacienda, en 2008, Iter Metropolità cobró 290.000 euros de Nuevo Sol Granadella. Iter es una sociedad limitada dedicada al asesoramiento inmobiliario en la que Morlanes posee el 50% del capital junto a su esposa, Rosario Flores.

No sabía nada

Según explicó Morlanes en la entrevista, pese a ser el responsable de los negocios inmobiliarios de La Seda relacionados con recalificaciones, él no conocía de nada a Nuevo Sol Granadella. "De repente un día apareció la sociedad Nuevo Sol Granadella, que ofrecía 1.000 euros por metro cuadrado [por parte de los terrenos de La Seda en El Prat] (...) Se le presenta un informe al consejo [de La Seda] y aprueba hacer un contrato de arras previo pago del 10 por ciento del precio [1,2 millones]. Luego nos hemos enterado de que esta empresa [Nuevo Sol Granadella] tenía otra operación vinculada con La Seda, pero eso ha sido al pasar los meses, al hacer la operación no avisaron a nadie", aseguraba entonces Morlanes.

En la misma entrevista, Morlanes afirma que pese a ser consejero y miembro de la comisión ejecutiva, tampoco sabía que La Seda pagó una provisión de fondos de 850.000 euros a Nuevo Sol Granadella para hacer un estudio de viabilidad del proyecto de oficinas Torre Seda. "Yo no sabía que se había encargado ningún proyecto a nadie. Mi empresa no pagó y el dinero se abonó a una firma que no es la mía", declaró.

Además de cobrar de Nuevo Sol Granadella, la sociedad de Morlanes, Iter Metropolità, percibió en 2008 231.000 euros de La Seda en concepto de asesoría inmobiliaria. Según consta en Hacienda, Iter también facturó a la inmobiliaria Quad y a Urbinsa Cornellà, esta última a través de la sociedad Tein Química. Además, Morlanes reconoció que cobró del ayuntamiento de El Prat (Barcelona).

Todos estos cobros correspondieron a los trabajos que Iter Metropolità realizó para recalificar parte de los terrenos de la fábrica de La Seda en El Prat (Barcelona). Sorprendentemente, el ayuntamiento de El Prat dejó al equipo de Morlanes realizar una modificación del plan general urbanístico, algo muy poco común, ya que es potestad de los municipios. "Fue una estrategia para ir rápido", reconoció Morlanes.
Traspasos a Nuevo Sol
Mientras Morlanes era consejero y miembro de la comisión ejecutiva de La Seda, la compañía realizó tres traspasos de fondos a Nuevo Sol Granadella, según consta en el informe independiente elaborado por la firma de auditoría KPMG. El 17 de marzo de 2008, La Seda realizó una provisión de fondos de 850.000 euros que entregó a Nuevo Sol Granadella para que desarrollara el proyecto Torre Seda.

Nueve días después, el 26 de marzo, La Seda otorgó un préstamo participativo de 3 millones a su filial Jatroil, que a su vez hizo una segunda provisión de fondos a favor de Nuevo Sol Granadella por valor de esos mismos tres millones. Según KPMG, de esos tres millones, 1,2 millones los pagó de nuevo Nuevo Sol Grandella a Inmoseda (la filial inmobiliaria de La Seda) en concepto de contrato de arras por la compra de los terrenos recalificados por Morlanes.

Finalmente, cuatro días después, el 1 de abril de 2008, La Seda otorgó un segundo préstamo participativo a Jatroil por valor de 14,4 millones de euros. De nuevo Jatroil traspasó el dinero a Nuevo Sol Granadella que, en principio, debería haberse encargado de buscar terrenos para el cultivo de la jatrofa, un vegetal que permite la elaboración de biocombustible.

Sin embargo, y siempre según el informe de KPMG, ese dinero se desvió de nuevo hacia una sociedad denominada Provimola, que lo destinó a pagar la compra de una licencia tecnológica de fabricación de plástico Pet a la propia Seda. En esta operación intervino la filial de La Seda, Artenius San Roque, de cuyo consejo de administración también formaba parte Morlanes. Tanto Nuevo Sol Grandella como La Seda y Jatroil se han cruzado demandas judiciales en las que unos se acusan de estafar a los otros.

La policía investiga la trama

Las acciones protagonizadas por el consejo que encabezaba el ex presidente de La Seda, Rafael Español, y del que formaba parte Morlanes como miembro de la comisión ejecutiva, están siendo investigadas por la policía judicial. La Fiscalía de Delitos Económicos del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha pedido a la Policía Judicial que abra una investigación para encontrar pruebas sobre las presuntas irregularidades cometidas. El fiscal encargado del caso, Francisco Bañeres, considera que hay indicios suficientes para realizar la investigación. Las pesquisas están siendo realizadas por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal.

Tras la salida de Rafael Español, los accionistas minoritarios, agrupados en la plataforma Unidos por La Seda, denunciaron los hechos ante la Fiscalía Anticorrupción, ya que consideran que "se ha cometido una estafa monumental".

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