Aguas de Barcelona (Agbar) formalizó hoy la compra de la torre que lleva su nombre por 165 millones de euros, con el objetivo de potenciar el papel del edificio emblemático de la capital catalana como sede corporativa del grupo.
La Torre Agbar se inauguró en 2005 y hasta hoy era propiedad de la sociedad patrimonial Azurelau, que junto con La Caixa la explotaba mediante la fórmula del ''leasing'', de la que ahora se hará cargo Agbar.
La compañía de servicios se ha hecho con el inmueble después de que Azurelau le comunicase su intención de venderlo. En la firma de hoy participaron representantes de Agbar, la promotora Layetana, Azurelau y La Caixa.
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