El sector lácteo ha puesto a hervir al Gobierno. Tras la fuerte caída de los precios en los últimos meses, la entrada masiva de leche procedente de Francia por debajo de coste y la desaparición imparable de explotaciones, el Ministerio de Agricultura quiere evitar ahora a toda costa que un grupo extranjero se haga con el control de Puleva.Tal y como informó elEconomista el pasado 29 de enero, el gigante francés Lactalis, la italiana Parmalat y la danesa Arla están compitiendo por la adquisición de la compañía.
Todo indica, en principio, que la que más posibilidades tendría sería Lactalis que, tras la compra de Forlasa, la dueña de las marcas El Ventero y Gran Capitán, se ha convertido ya en el mayor fabricante de quesos de España. Y eso en Agricultura no hace ninguna gracia.
Fuentes de toda solvencia confirman que altos cargos en el entorno del secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, han llamado en los últimos días en este sentido a la dirección de Ebro Puleva para plantear la necesidad de que negocie la venta con Central Lechera Asturiana (Clas) o Leche Pascual. El objetivo final es crear un gigante lácteo español capaz de frenar el creciente poder francés y competir ante el imparable avance de la marca blanca.
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