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El margen bruto registró una excelente evolución –especialmente en el cuarto trimestre–, tanto en calidad como en cantidad y ascendió en el acumulado a 20.666 millones de euros, con un incremento del 8,9%.
El fuerte incremento de los ingresos y la reducción de los gastos permitió un elevado crecimiento del margen neto, que asciende a 12.308 millones de euros, con un crecimiento del 17% (+22% en euros constantes).
BBVA realizó el pasado año un importante esfuerzo en fortalecer su balance y destinó durante el ejercicio un importe total de 6.572 millones de euros a saneamientos, provisiones y extraordinarios, que se ha soportado ampliamente en la fortaleza, solidez y recurrencia de los resultados operativos del Grupo.
La tasa de morosidad del Grupo se situó al final del ejercicio y tras aplicar criterios de máxima prudencia en la gestión del riesgo en el 4,3%, con una tasa de cobertura del 57%.
La fortaleza de los resultados permite al Banco mantener su compromiso de destinar al pago de dividendo en efectivo el equivalente al 30% del resultado atribuido sin singulares. La rentabilidad por dividendo de BBVA en 2009 fue del 3,3%, frente al 1,9% de media estimado de los principales bancos europeos. BBVA cerró el ejercicio con unos niveles diferenciales de rentabilidad, que le permiten mantener el liderazgo frente a los grandes grupos bancarios europeos: la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) sin singulares se situó en el 20% y la rentabilidad sobre activos (ROA), en el 1%. Estos niveles de rentabilidad se traducen en un valor diferencial para el accionista: el beneficio por acción (BPA) del Grupo ascendió a 1,40 euros, sin singulares.
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