La directora de marketing global del grupo, Belén Amatriaín, que no precisó un cifra de inversión, ya que indicó que éste es un "proceso muy amplio", señaló que en principio el coste será inferior al que realizó el grupo en 2005 para establecer la marca Movistar.
Asimismo, la directiva explicó que será cada país el que pague su cambio de marca. "A nivel coorporativo se determina cuáles son los modos de actuación, así como unos mínimos, y a partir de ahí será el consejero delegado de cada país el que decida", precisó Amatriaín
La compañía explicó que mediante este proyecto espera aprovechar la arquitectura de marca de cada país, así como apoyarse institucionalmente en Telefónica, a la que estarán asociados valores como la visión, el talento, el compromiso y la fortaleza.
Para ello, a partir del próximo año, el grupo presidido por César Alierta pretende simplificar su estructura de marca de forma que Telefónica se empleará para dirigirse a empleados, inversores, patrocinios institucionales y programas sociales, mientras que Movistar y O2 se utilizarán en la comunicación con los clientes y estarán además asociadas a productos y al patrocinio comercial.
"Este es el momento para que Telefónica aborde esta tarea. Los deberes de gestión interna necesarios ya está hechos y el mercado nos pide un paso adelante", explicó el secretario técnico de presidencia de Telefónica, Luis Abril. El directivo aseguró que no se quiere imponer un tiempo a los países para realizar este proceso.
Amatriaín subrayó que ésta es una inciativa que se manendrá en el tiempo y que para ello la compañía ha creado la figura del "guardían de marca", una institución que se encargará de asegurarse que los valores queden asociados a la marca. La compañía prevee instalar estas figuras en España, Reino Unido y en cuatro países latinoamericanos: Argentina, Colombia, Brasil y México.
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