Asimismo, la aerolínea propondrá en su junta anual del mes de septiembre abonar unos dividendos de 500 millones de euros, cuya entrega se efectuaría en octubre de este año, y anticipó que en caso de no realizar nuevas inversiones podría devolver otros 500 millones de euros más a sus accionistas al término del ejercicio 2013, ya sea mediante dividendos o a través de la readquisición de títulos.
Un 2% más de facturación
Durante el año fiscal que acaba de concluir, Ryanair incrementó su facturación en un 2%, hasta los 2.988 millones de euros, tras elevar su tráfico de pasajeros en un 14%, alcanzado así los 66,5 millones de viajeros transportados, frente a los 58,6 millones que registró el año anterior.
En estos doce meses los ingresos auxiliares de la compañía crecieron un 11%, hasta los 664 millones de euros, mientras que el coste del combustible descendió un 29%, situándose en 894 millones de euros.
Durante su intervención, O'Brien destacó los buenos resultados obtenidos "a pesar de la crisis", y aseguró que la aerolínea mantendrá esta línea de "fuerte crecimiento" hasta el año 2013, mientras que la competencia "se ve obligada a cerrar o a establecer procesos de consolidación".
El coste de la nube de cenizas
Por otro lado, el directivo de la compañía criticó los cierres del espacio aéreo europeo debido a la nube de ceniza volcánica al considerarlos "innecesarios" y "desproporcionados", lo que produjo a la compañía un impacto aproximado de 50 millones de euros, tras perder 1,5 millones de pasajeros hasta el 18 de mayo.
A este respecto, O'Brien cargó también contra la normativa europea 'EU 261', puesto que a su juicio es "descriminatoria" al no establecer unos límites máximos a las compensaciones que deben otorgar por las cancelaciones en caso de fuerza mayor, tal como se hace con las líneas de autobús y ferris.
Optimismo de cara al futuro
De cara al próximo ejercicio fiscal, Ryanair prevé que sus beneficios aumenten entre un 10% y un 15%, hasta una cifra situada entre los 350 y 375 millones de euros -excluyendo el impacto de la nube de ceniza-, mientras que el tráfico se incrementará en un 11%, hasta los 73,5 millones.
Además, la compañía adelantó que el coste del combustible se elevará en unos 300 millones de euros, mientras que las tarifas se encarecerán entre un 5% y un 10% debido a "el impacto positivo de las nuevas bases, como Málaga".
Entre los nuevos aeropuertos de la compañía se encontrará también el de Barcelona-El Prat, aunque O'Brien aseguró que "por el momento no está planeado realizar el puente aéreo con Madrid-Barajas".
Asimismo, explicó que esta apertura "no es motivo para modificar las operaciones en aeropuertos cercanos", y citó el ejemplo de Londres, donde continúan operando simultáneamente desde los aeródromos de Stansted y Luton.
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